lunes, 18 de enero de 2010
Los días se hacen largos, eternos y la vida pasa tan incondicional, yo sigo aquí viviendo un día a día que me llena de ansiedad, a veces me fundo en los por qués, pero el planteamiento de esta pregunta ya resulta inútil, el sitio en el que estoy nunca cambia, la gente hace intentos por avanzar pero yo creo que quizás sin darse cuenta ponen la marcha atrás, bajo esta mirada tímida y aparentemente inocente se encuentra la niña "cabrona" y antisocial que he sido, me da miedo entablar una conversación con determinada gente, demasiado protagonismo, que mas da, luego volveré sola a casa por el mismo sitio que vine y todo seguirá igual, mañana sonará el despertador y lo volveré a apagar, miro por la ventana para ver cómo ha amanecido hoy el día, está gris, está diferente, está como yo, a veces me identifico con el sol, hoy no me apetece salir, hoy me quedo aquí, con el corazón a mil latidos por minuto y sin aparente motivo, y se me ocurren muchos, pero no quisiera nombrarlos porque me parece increible que la vida diaria pueda afectarme de esta forma, a lo mejor es que no estoy hecha para este tipo de vida tan rutinaria, tan simple, sencilla y alegre ignorancia que saboreamos con copas los sábados, tan falsamente alegre y tan destructiva.
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1 comentario:
Bonito texto.
Felicita a tu hermano de parte de una fiel seguidora tuya.
Un saludo.
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