jueves, 31 de diciembre de 2009

Balance positivo

No es que me importe mucho terminar el año, pero ya que estamos, voy a hacer balance de lo que hubo y lo que habrá. No pediré cosas nuevas, si no que las cosas que hice en este sean una prolongación hacia el avance. Valoro las cosas buenas que he tenido y por eso antes de cambiar el año me quedaré con ellas y procuraré mandar las no tan buenas al carajo, como con todas no puedo hacer eso pues intentaré sobrepasarlas con mi instinto de superación. Me gustó mucho hacer el curso de azafata de vuelo, en el que conocí a ese tipo de gente que te hace ver la vida de otra manera y a los que muy especialmente guardo dentro de mi, aunque desgraciadamente ya no los vea.
De desilusiones también podría quedarme tiempo escribiendo, pero como me he propuesto mandarlas el C...me quedo con las consecuencias, la segunda parte de mi historia 2009 es que volví a jugar al baloncesto después de muchos años, y digo esto porque he vuelto a jugar en un equipo que parece que me estaba esperando, y a su vez he podido conocer a gente excepcional, como dicen, no hay mal que por bien no venga, y el año que entra no será si no una prolongación de esta ilusión que estoy viviendo semana tras semana camino hacia Alicante. ¡Qué bueno fue dejar atrás el pasado!
Y como olvidiar el concierto de Laura Pausini en Madrid, con su presentación de primavera anticipada en el Telefónica Arena.
También me rompí el dedo, he dicho que no iba a recordar las cosas malas pero este hecho es de relevante importancia porque creo que en este año he sentido el dolor físico más grande de mi vida, y espero que el último.
No me olvido de las cenas de Navidad en familia, y de los dolores de estómagono al día siguiente.
Del estreno de apartamento en Santa Pola, de ver el campeonato del mundo de windsurf desde la bolla amarilla, desde la misma en la que aprendí a nadar.
Jamás me olvidaré del viaje a Alemania con mi querida amiga, paseando por las calles de Berlín con un carrito de bebé.
No me olvidaré este año del árbol de Ruiz de la Prada en la puerta del sol.
Ni la playa de Villa Joyosa.
Ni olvidaré a la señora de Alcalde dame un casa alcalde.
Especial atención a las fritadas de marisco en el puerto.
A las risas con las amigas del colegio, a las que adoro.
Por todo lo que me dejo y consigo acordarme en algún momento del día.
He aprendido de mis errores y a ser un poco mejor cada día, a juntarme con personas con las que podría estar en silencio horas sin llamar la atención y que no lo cuestionen.
He aprendido a mirarme por encima del hombro y a que la indiferencia sana predomine mi día a día, y poder valorar más esas pequeñas cosas que siguen rodeándome a pesar de todo.
Feliz año nuevo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me quedo tan solo con una frase. "¡Qué bueno fue dejar atrás el pasado!"
Te doy la enhorabuena por ello.
Sé que el baloncesto era y es algo importante para tí, y estoy contentísima de poder leer lo que he leído. Espero poderme sentirme plenamente así también pronto.

Feliz año nuevo. Espero que lo mejor del pasado año sea lo peor de este que ha empezado.
Un abrazo.