lunes, 23 de junio de 2008

La casa

La casa donde tu y yo miramos como se hace de noche, la casa de los recuerdos, donde no hay un orden estricto si no una sucesión de días alternativos, donde ella se queda intacta y la transfomamos a nuestra imagen y semejanza. Los rostros de nuestros antepasados en cualquier marco comprado un día de paso, tanta belleza plasmada con tan poco. Cada vez nos parecemos más a ellos. Nos miran contínuamente, con la misma expresión, como si se hubiese paralizado el tiempo y nos quieran mostrar que siguen allí, sin cuerpo presente y una imagen contínua.
Por la mañana brilla como nunca, en verano nos echa a la calle, en invierno nos quiere con ella, protegiéndola del frío, protegiéndonos ella a nosotros.
La casa donde nunca pasa nada, donde hago todo o no hago nada, donde me tumbo en el suelo a observar la vida o simplemente salto de alegría.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Triste saber que tus palabras se congelaron en una fecha tan cálida como la de San Juan. Larga he intensa noche donde sólo habia algo que pensar, y mucho que quemar. Mientras muchos estuvieron recibiendo calor de algún regazo en la más infinita intimidad, o no, otros permanecieron absortos viendo como ambas partes formaban un todo. Ese todo que ardía lenta y conjuntamente. Esa, como muchas otras noches, una mente pasmada observaba siempre a lo lejos las luces y las sombras. Desconcierto, inconcebible... Mendacidad.

Anónimo dijo...

Triste saber que tus palabras se congelaron en una fecha tan cálida como la de San Juan. Larga he intensa noche donde sólo habia algo que pensar, y mucho que quemar. Mientras muchos estuvieron recibiendo calor de algún regazo en la más infinita intimidad, o no, otros permanecieron absortos viendo como ambas partes formaban un todo. Ese todo que ardía lenta y conjuntamente. Esa, como muchas otras noches, una mente pasmada observaba siempre a lo lejos las luces y las sombras. Desconcierto, inconcebible... Mendacidad.

Anónimo dijo...

Triste saber que tus palabras se congelaron en una fecha tan cálida como la de San Juan. Larga e intensa noche donde sólo habia algo que pensar, y mucho que quemar. Mientras muchos estuvieron recibiendo calor de algún regazo en la más infinita intimidad, o no, otros permanecieron absortos viendo como ambas partes formaban un todo. Ese todo que ardía lenta y conjuntamente. Esa, como muchas otras noches, una mente pasmada observaba siempre a lo lejos las luces y las sombras. Desconcierto, inconcebible... Mendacidad.

JoseVi dijo...

la casa... si te digera de mis perros, mi ardilla, mi huron, hamster, tortuga, jilguero, vivo en un chalet esto no es una cuadra eeeeeeeee XD pero mi casa es mi inspiracion, mi sitio de descanso y de reposo :)