lunes, 23 de junio de 2008

La casa

La casa donde tu y yo miramos como se hace de noche, la casa de los recuerdos, donde no hay un orden estricto si no una sucesión de días alternativos, donde ella se queda intacta y la transfomamos a nuestra imagen y semejanza. Los rostros de nuestros antepasados en cualquier marco comprado un día de paso, tanta belleza plasmada con tan poco. Cada vez nos parecemos más a ellos. Nos miran contínuamente, con la misma expresión, como si se hubiese paralizado el tiempo y nos quieran mostrar que siguen allí, sin cuerpo presente y una imagen contínua.
Por la mañana brilla como nunca, en verano nos echa a la calle, en invierno nos quiere con ella, protegiéndola del frío, protegiéndonos ella a nosotros.
La casa donde nunca pasa nada, donde hago todo o no hago nada, donde me tumbo en el suelo a observar la vida o simplemente salto de alegría.

domingo, 22 de junio de 2008

Tiempos

Son tiempos difíciles, tiempos de mucho y de nada, de lágrimas infinitas y llantos incurables. Tiempos en que pierdes todo para ganar una única cosa. Un camino hecho trizas y un final agridulce. Despedidas en las paradas de bus y caminatas al son de griterios de una ciudad que nunca duerme. Mirada perdida buscando el lugar adecuado. Confusa comodidad, brazos cruzados protegiéndome de todo y sin tener nada que perder. Caras de felicidad en el cocktail donde la mente por unas horas te brinda una tregua, tu ego se sitúa en la cima de esa montaña, donde las olas rompen a sus pies. Riéndote de falsas glorias, al final te quedas con el consuelo de la chica buena, inocente y vividora, saltando sobre tu tragicomedia. Esperando que me digan todo con miradas complacientes, dejando a un lado las palabras corrientes. Fracasos veraniegos, camino perdido, otoño decisivo, engaños paternos, ley estricta del corazón, mente confusa.
Imágenes absurdas en la tele, donde lo deportes dejan de serlo cuanto se convierten en obsesión, mientras me voy a otra parte a compartir estas palabras.

jueves, 5 de junio de 2008

¿?

Estos pensamientos que me rondan por la cabeza a altas horas de la madrugada, no estoy perdiendo el tiempo, estoy soñando, cuando todo el mundo duerme, cuando la vida diaria descansa para poder estar dispuestos a enfrentarse a un nuevo día, a días normales, unos con frío, calurosos, camas vacías y camas monoplaza, un café sin azucar saliendo por la puerta, resaca de la noche anterior, rompiendo la barrera de la normalidad esta noche de lunes, una mirada mirada perdida escuchando las noticias de la radio, las siete de la mañana, nostalgia de ese tren que se va lejos, el perro en el andén que no se cansa de verlo a la misma hora. Malas caras en el autobús, intelerancia el día de tu aniversario, cuándo vas a empezar a dejar de amar, justo en el momento que me dices te quiero llega la tormenta. Qué mas da, esta noche seremos las burbujas de nuestro baño de espuma, pensando que es el momento ideal, el lugar ideal, y nosotros, infelices de nosotros, alabando la idealización a la orilla del río, que nada nos abandonar este momento.
Vuelves, llegas a tus calles, tu gente arreglada se dirige al evento parroquial de la esquina, ahuyentando fantasmas de sus vidas, paso por su lado cantándoles una canción de amargura, aun así me reciben con los brazos abiertos, nunca entendenderan lo que estoy diciendo, me limito a la sonrisa pícara y les evito la decepción, creen en mi, y yo en ellos, de diferente manera, todos creemos en algo, cierto o no, que importa, si me vas a abrazar esta madrugada de horas largas, el resto que se vaya con el viento. Te imagino bailando, te quiero ver feliz, te imagino sonriendo, con tus mejores galas, con una copa de vino en la mano, quien sabe, quizás algún día bailemos tu y yo a la vez.
De momento me quedo sola aquí arriba. Pendiente de todo y pendiente de nada.