lunes, 5 de marzo de 2007

Viaje a Sevilla

Me encuentro en un tren destino Sevilla, es la tercera vez que subo a este tren y la tercera vez que vuelvo a tener las mismas sensaciones, la mayoría de pasajeros son viejecillos, posibles exiliados a Cataluña en busca de fortuna. Las conversaciones son las mismas. Otra vez el mismo hombre vendiendo loteria y navajas.
Voy andando por las calles de la capital andaluza, de repente me doy cuenta de que por pasar desapercibida voy mirando al suelo, me siento una completa inútil, porque así no lograré ver nada y no tendré inspiración alguna, pues simplemente me limito a observar el compás de mis pies.
He visitado varias tiendas de souvenirs, me da la sensación que basta con visitar una para ver todo lo que hay que ver, y así es, toros, cervecita y siesta plasmadas en cualquier objeto de valor o no valor.
La tarde empieza a caer y con ella las temperaturas, el aire comienza a hacer estragos, estoy sentada en una estatuilla con escalones entre el Alcázar y la Giralda. Mucha gente al llegar a este punto se queda sorprendida por la maravillosa vista que complementa esta última con la catedral.
Ya es de noche, las nueve van llegando. Acabo de salir del Starbucks, he estado tomándome un café con caramelo y nata (delicioso), todo muy americano, pero aprovecho que en mi ciudad que yo sepa no existe tal franquicia para darme el gusto, pero mientras tanto sigo pensando que aunque estemos fuera siempre añoraremos lo nuestro, y estas estadounidenses tan veraniegas que me encuentro seguirán viniendo, al Starbuck estén o no en España. Recuerdo a mi amiga Shannon, más bien su cara de satisfacción al entrar en dicho establecimiento madrileño.
Estoy sentada en un banco de la plaza del ayuntamineto, me queda poco tiempo de estar aquí, dentro de unos pocos minutos me levantaré y me iré, como cuando parece pasar un ángel entre nosotros, sin hacer el más mínimo ruido, dejando una huella subjetiva a conciencia de quien pudo presenciarla durante mi estancia, mejor o peor, buena o mala, al fin y al cabo mi huella personal, la única, abierta al mundo y totalmente mejorable en cualquier caso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

buena descripcion de un viaje, me has acercado un poco mas Sevilla , haber si enseñas alguna foto, sobre todo del momento Giralda ....(y seria el acondicionante idoneo para recrearme completamente en tu viaje), kien no ha tenido la sensacion de mirar tiendas y ver los mismas cosas , jajaja te ha faltado la tortilla de patatas y el ole!!!jajaja... la cara de la gente tb la describes ...no solo te kedas con lo simplemente monumental o festivo del viaje sinos nos muestras una realidad subjectiva pero una realidad ...gustos , caras , sentimientos , sensaciones ...todo un placer viajar contigo ...haber para cuando el otro...
ps-el afan de pasar desapercibidos en ocasiones nos hace pasar desaparcebido lo que nos rodea
a cuidarse.... y recuerda la cancionde viaje con nosotros...ains como se me va....

Anónimo dijo...

holaaaaaa jajaja t acuerdas q m dijiste q t escribiera alguna vez?pues aprovexo este de sevilla. nena sigue asi,q simpre t leo,m gusta leerte fumaika q m rayo mas y m ace meterme mas en tu mundo,sí sí com si sintiera esas sensaciones yo misma!!LA VERDAD Q LO EXPLIKAS AL PELO.Mae mia cabrona pos si q viajas tu,yo no salgo d murcia pero ahi estas tu pa enseñarme mundo jeje!y las fotos d tu spacio muy buenas...ale flor