Son días largos, según como se miren, aquí estamos él y yo, mano a mano, acompañados por el eco de las paderes de esta casa, no nos entretenemos, pero respetamos nuestro espacio, y eso nos gusta, siempre y cuando estemos el uno con el otro, él me necesita, más que yo quizás, por eso procuro no moverme de su lado, y simplemente estar. El abandono nos incomoda bastante, a él siempre le ha incomodado, a mi últimamente más. Sabe que me gusta la soledad y la respeta. Está pendiente de cada gesto, el sonido de las teclas al escribir ya le es familiar, quizás sepa que estoy hablando de el y le guste el protagonismo, siempre le gustaron las fiestas, pero sólo por un rato, de cualquier modo me respeta, hasta en mis horas de sueño, cuando las noches son largas y todavía a estas horas sigo sin levantarme, está a mi lado, tan incondicional, seguramente desea que me levante, pero no nos solemos molestar, preferimos callarnos y sumergirnos en nosotros mismos, esperando algo o tal vez a alguien, que venga a rescatarnos, o que venga compartir nuestro mundo a parte.
Le gusta salir, a mi menos, se está bien aquí, imaginando la casa llena, es el punto que pasa de un estado a otro. Procuro tenerlo todo en orden, tal y como se haría si no estuviese sola y así levanto unas cuantas paredes que el tiempo observa sin más y dibujo el nuevo día en cada rincón que merece ser observado, en cada flor que está naciendo en el jardín aunque el viento de hoy lo impida. Me siento bien dando la vida a todo aquello que me la pide, no soy tan generosa a veces y eso que lo intento.
La televisión ya no se enciende, estamos mejor en silencio, escuchando nuestras canciones y bailando con nuestra imaginación. LLegará la tarde y la noche... y seguiremos aquí, con alternativas miradas, suspiros de placer y pendientes de todo.
sábado, 22 de marzo de 2008
martes, 18 de marzo de 2008
Buenas noches
Hoy me he puesto por primera vez pantalón corto, no sé si es porque tengo calor o porque no encontraba el largo, el caso es que me ha causado una buena sensación, tumbada en la cama, la misma canción, la ventana ya no la cierro, ahora ya se agradece la brisa. Ya no son las 11 de la noche, si no la 1 de la madrugada, ya no importa, el cielo infernal ha dado paso a las cálidas noches a la luz de la luna, a las nocturnidades nostálgicas, a los gritos en la calle. La habitación no estaba igual, de vez en cuando la cambio para cambiar la visión de la ventana. Hay mucho que hacer a mi alrededor, la casa por segundos esta medio vacía, diez metros cuadrados por persona animal y lugar, aunque el que tengo ahora mismo a mi lado nunca se separaría de mi, preferimos estar uno al lado del otro, no sea que la soledad nos fastide y nos juegue malas pasadas, sin poder hablarnos lo entendemos todo, respeta mi espacio y yo el suyo, sólo cuando no me molesta, y últimamente ni eso.
No es que me haya tocado crecer pronto, es que reniego de jugar a tener el papel de hija, no soy si no una persona más en este castillo, que no espera a que le hagan la comida, si no dije que suspendí aquel exámen por verguenza... tampoco os diré que lo aprobé, la misma verguenza me da, a veces mejor ni preguntar. No merezco ninguna obación por hacer lo que debo, igual que no os di aquel beso por haberme dado la vida.
A aquella maceta se le ha ido el color rojo, se me olvidó que estaba en mi habitación muriendo, corriendo intento darle la vida que le quité, ojala sobreviva esta noche, pienso en ella, como en todos los que estáis ocupando este lugar conmigo, acostandos, mirando hacia ninguna parte y descansando el pensamiento, hasta mañana si dios quiere decían, yo por si acaso he procurado tener todas las puertas cerradas con llave, no vaya a ser que ese dios no crea en el mañana y nos fastidie la tranquila velada.
No es que me haya tocado crecer pronto, es que reniego de jugar a tener el papel de hija, no soy si no una persona más en este castillo, que no espera a que le hagan la comida, si no dije que suspendí aquel exámen por verguenza... tampoco os diré que lo aprobé, la misma verguenza me da, a veces mejor ni preguntar. No merezco ninguna obación por hacer lo que debo, igual que no os di aquel beso por haberme dado la vida.
A aquella maceta se le ha ido el color rojo, se me olvidó que estaba en mi habitación muriendo, corriendo intento darle la vida que le quité, ojala sobreviva esta noche, pienso en ella, como en todos los que estáis ocupando este lugar conmigo, acostandos, mirando hacia ninguna parte y descansando el pensamiento, hasta mañana si dios quiere decían, yo por si acaso he procurado tener todas las puertas cerradas con llave, no vaya a ser que ese dios no crea en el mañana y nos fastidie la tranquila velada.
sábado, 15 de marzo de 2008
Más que un equipo.
Podremos tener malos partidos, nos los podrán robar, podrán desearnos que perdamos todo, pero el buen rollo nunca nos lo quitarán. ¡Aupa Jorge!
jueves, 6 de marzo de 2008
Todavía lo recuerdo
Esta a punto de hacerse de noche, no es que lo sepa por la hora que es, ayer a estas horas le vi y recuerdo perfectamente el cielo oscureciendo, y ahora lo veo todo desde aquí, imaginando su cara con el reflejo del cristal, ya casi ni la recuerdo, parece que no me vieses entre tanta confusión, los viajes deseados duran muy poco, el viaje por tu mirada fue un abrir y cerrar de ojos, cuando nuestras miradas se cruzaron un timido miedo nos hizo retroceder y volver a lo que nunca deseamos, la despedida bajo la intensa lluvia, cuatro ruedas se llevan una sonrisa y el recuerdo pasa a formar parte de todas las horas, todos los minutos, no existe momento que pueda desocuparte en no pensar y te quita el tiempo de todo lo que piensas que es importante, pero ahí estoy, ha pasado tiempo, pero tirada en la cama sigo viendo tu reflejo sobre el cristal.
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