lunes, 7 de septiembre de 2009

Para ti, Stella.

Al cabo de algunos años logro entender que nada pasa en vano, todo pasa por alguna razón que al principio creemos inexplicable, pero que el tiempo, con su experiencia, consigue entrar en razón.
Stella nunca ha tenido demasiados amigos, y puede decirse que nunca ha confiado en nadie, la niña tímida y reservada de la que nadie se acuerda, de la que muy poca gente lo hace...
Estaba preocupada por esto, era la obligación de llevar la soledad a rastras, Stella era diferente, intentaba encajar, pero las risas se convertían en un vacío por la mañana. ¿Y ahora quién? ¿Y ahora qué? se preguntaba cada día.
Ahora ha crecido, no es que no le guste relacionarse, es que con muy poca gente puede hacerlo, una "niña" por descubrir y nada que ocultar.
Stella tiene muchas ilusiones, y eso se le nota en la cara, es tan sensible, y tan prudente, que no quiere destacar estas emociones en el grupo. Pero cuidado, alguien puede quitarte todas esas ilusiones de repente, y yo te digo querida Stella, que no mereces caer como hoja de otoño sobre el suelo, que levantes el ánimo, que tu autoestima pese por encima de lo demás durante el resto de tu días, que aunque estés sola esta noche, las estrellas que llevan tu nombre brillarán por ti.
Que nadie te arrebate tus ilusiones.
Stella.