jueves, 28 de mayo de 2009

Mañana en el puerto de Alicante

Adoro el sol esta mañana inesperada de primavera, lo adoro por lo imprevisto que es a veces. Contemplo el puerto a medida que deslizo el bolígrafo por este papel, alternando esta tarea y obligándome a encontrar una vía de escape a estas retorcidas ideas que afloran mi mente.
Tengo cuatro horas por delante, cuatro horas de mucho o cuatro horas de nada, en cualquier caso cuatro horas antes de volver al mundo.
Como todas las mañanas, se me antojaba rutinaria, una mañana cualquiera, de las de carpetazo y vuelta a empezar, intentos fracasados de dar respuesta a mis necesidades emocionales. Cómo estar aquí y allí al mismo tiempo, cómo disfrutar del momento sin adelantarme a los acontecimientos previstos.
Es una una visión que hago mía. Los barcos están parados, como yo, esperando algún movimiento humano que nos haga reaccionar.
Las ideas te agotan Stella, hay demasiada diferencia entre tu realidad y la que ves, la que anda por ahí fuera y que posiblemente te esté dejando de sorprender, porque te recuerdo que ya no eres una niña, que por mucho que juegues a mirar a esos barcos el mundo sigue girando para recordarte que tienes que levantarte y mover tu mundo.
Pero ya he decidido quedarme aquí un ratito más, cogiendo fuerzas del interior.

martes, 5 de mayo de 2009

Laura Pausini

No podía dejar de expresar mis sentimientos hacia una cantante que me los inspira.
El pasado 28 de Abril Laura Pausini actuó en Madrid, pocas cosas he deseado tanto en la vida como poder ver en directo a mi cantante favorita.
Y allí estaba yo, en Madrid, dispuesta a sentir cada emoción en vivo y en directo.
Conforme nos adentrábamos al recinto la gente iba creciendo en número, realmente no podía imaginar hasta que punto estaría lleno el Telefónica Arena, y no pude contener la emoción al entrar y sentir como se me perdía la mirada en la gente que allí se encontraba, nunca pude imaginar sentirme tan "comprendida" con el resto y que hubiese tanta gente que la adora como yo. Fans gritando su nombre, camisetas de Laura a cada paso, de repente compartía mi sentido con miles de personas tan en estado de euforia como yo. De repente todo cambió, todos éramos Laura Pausini, todos éramos sus canciones y su voz.
No quería perderme ningún detalle y tampoco podía irme sin conseguir un recuerdo de ese fantástico día, así que volé (literalmente) hasta el merchandaising a enfundarme una camiseta de Laura, lo suyo me costó ahora que lo pienso, tuve que hacer esfuerzos magistrales para llegar al mostrador, ya que las existencias se acababan y el concierto estaba a punto de empezar, me hubiera llevado todo, al carajo la crisis pienso yo en esos momentos, o quizás ni lo piense.
Y las luces empezaron a apagarse y otra vez volé hasta mi asiento. Laura cantaba detrás de una cortina "En cambio no". "Quizás bastaba respirar... Sólo respirar muy lento, recuperar cada latido en mí, y no tiene sentido ahora que no estás, ahora dónde estás, porque yo no puedo acostumbrarme aun, Diciembre ya llegó..no estás aquó.. yo te esperaré hasta el fin...
EN CAMBIO NO HOY NO HAY TIEMPO DE EXPLICARTE Y PREGUNTAR SI TE AME LO SUFICIENTE YO ESTOY AQUI..Y QUIERO HABLARTE..AHORA..Y AHORA.." y aquí es cuando lloro, como ahora mismo lo hago al recordar ese momento, su voz sonaba en mis oídos como una explosión de sentimientos, de recuerdos infantiles, y canciones eternas que me han ido acompañado en todo momento, y así es como fui recordándolo al tiempo que Laura hacía un repaso por todo su recopilatorio discográfico.
Desde "Amores extraños", pasando por "Entre tu y mil mares", recordando "Surrender" (en versión especial), recordándo el renciente "Yo canto" y volviendo a llenarnos de vida con su nuevo disco.
Deseaba que nunca se acabase ese momento, que las horas corriesen del todo lentas, quería seguir soñándo mucho tiempo más, cerrar los ojos y seguir cantando hasta quedarme sin voz.
Durante las poco más de dos horas que duró el concierto, recordé todos los días que la voz de Laura ha sido Stella, me acordé de la gente que quiero, de la gente que hemos formado un equipo en estos 22 años de mi existencia.
Aprendí que no tenemos que tener miedo a la soledad, porque nos tenemos a nosotros mismos, que la historia de dos personas no tiene por qué estar en boca de gente ajena a ella, que con orgullo nunca se podrá amar a nadie.
Y Laura se fué, aconsejándonos que hiciesemos el amor esa misma noche, y se fue con los frazos abiertos, Laura se emocionó, y yo con ella.
Y por la puerta salía yo, saltando como una niña pequeña que acaba de salir del parque de atracciones, compartiendo la emoción con la gente que pasaba por mi lado.
Jóvenes pasaban con los coches con la voz de Laura difundiéndose por las calles, de repente sentía que estaba en un mundo compartido.
Gracias Laura, nunca olvidaré el 28 de Abril de 2009.
Nunca dejes de cantar, porque yo nunca dejaré de escucharte.