Donde quiero estar

Es ese mundo en el que quiere vivir, amanecer con el ruido de las gotas chocar contra la ventana, pero ver que el mundo todavía no se está acabando, si no que queda demasiado por recorrer, todo está perfecto, según como lo dejaste anoche, listo para ser distorsionado de nuevo. Salir a la calle y ver como cambian las estaciones, salir sin abrigo, notar el calor del sol, ver como a la gente le apetece más ir a tomar el café de las tardes, hablando de sus cosas y tú sentada en otra mesa, sin hacer nada, obervando, acabas de salir de casa y era de día, te quedan muchas cosas por hacer y miras al cielo pidiendo una pausa que sabes que jamás te concederá, la luz del bar comienza a encenderse, todavía es de día, lo sabes bien, pero sigues ahí sentada , observando, observando nada y observando mucho, no te das cuenta que ha pasado una eternidad y no has sacado nada en claro, que el mundo se va y tu te has quedado sentada, en el mismo sitio, todos se han ido a celebrar que es fin de semana y tú te quedaste en el miércoles quizás, ya no lo recuerdas, te preguntas qué se celebra, no te habrás enterado seguramente, por qué te iba a importar, quizás la victoria de algo, el cumpleaños de alguien, el fin de éxamenes, que más da, tus retos ya están cumplidos y tu celebración terminó con una sonrisilla tímida en aquel momento, deberías estar durmiendo y sin embargo estás dale que te pego a la mente, te distorsionan las voces de alrededor, el qué dirán, por qué estás aquí y no allí, consigues olvidarlo, que más da, te quedas un rato más, estás demasiado entusiasmada recordando viejos tiempos, recordando a quien te hizo reir y a quien todavía sigue entendiendo qué es lo que estás haciendo ahí sentada. Llegan dos mujeres a hacer una pausa en su vida rutinaria con un café, tu pausa se extiende demasiado, un nuevo pensamiento aflora tu mente, no estás presente en su mente, ni mucho menos, sólamente eres una chica solitaria que se sienta a ver la vida pasar, pero sabes que cada moviento que hagan estará en la tuya, no estás por estár, igual que ahora estás en el bar, mañana estarás en la orilla de la playa, preguntándote por qué baja y sube la marea, o por qué el mar se cabrea cuando llega septiembre.

Pensamientos

Hoy el sol no brilla con tanta fuerza, será que no le apetece moverse de donde está, estará agusto, como yo, con cero disposición a levantarme de aquí, ojalá pudiera quedarme todo el día entre sentada y acostada pensado en qué se yo que cosas que diambulan por mi cabeza. La montaña de la ventana tampoco se mueve, me incita, que agusto está tomando el sol, aunque hoy parece que le toca ducharse, será que lleva tiempo sin hacerlo. Si no fuese por la grua que se levanta el fondo la vista sería perfecta, tan perfecta que me quedaría aquí una vez más, pero ya que no existe la perfección, de aquí me tendré que levantar.
Siento que ya hice todo lo que tengo que hacer por hoy, todo lo que quería hacer que estuviese a mi alcance, y lo demás no es que esté por estar, pero pasa muy lento, y los caminos largos no se me dan nada bien, por eso aunque llueva siempre llego a donde quiera llegar. Lo de mañana es algo que no está a mi alcance, no puedo vivir esperando a que algo que no esté en mi me de permiso para seguir mis pasos. No pido treguas, ni buenos caminos, sólo lanzarme libremente, lo que venga después ya se verá. La vida es como una rueda que nunca debe dejar de rodar.
Si alguna vez no me muevo, que nadie venga a sacarme, seguramente me guste estar ahí. Si camino sola, no es que no tenga con quién ir, es que me gusta hacerlo, no hay nada mejor como un estar libre sin exponerte a que alguien pueda entorpecer tu camino. Cuando esté contigo, con alguien, mis ojos hablaran solos reclamando compañía, esa compañía que sabes que por mucho camino que haya nunca te lo va a entorpecer.
Aunque me digas que el tiempo pasa lento y que hay que esperar a ver las cosas más claras, para mi pasa muy rápido, y las cosas están tan turbias que la mayoría de las veces no puedo distinguir si están bien o mal, pero allá voy a averiguarlo, me doy de morros y lo reconozco, y a veces no sé decir basta hasta aquí he llegado, me vuelvo a dar de morros, me río de mi misma y entonces comprendo que la vuelta atrás esta cerca, la risa es buena para todo. Cuando la sonrisilla aparece por momentos es que todo va bien.
Ahora sonrío, me siento agusto en esta posición. Cuando llegues a casa, me contarás como te fue la mañana, y yo te contaré que ya terminé la casa de las tortugas, que gané la partida a los gatos, y que en unas horas me iré a clase con una media sonrisa, dejando de ver este paisaje.